Sin duda uno de los arquitectos mexicanos que más importancia y trayectoria tiene es Pedro Ramírez Vázquez, Urbanista inspirado en los conceptos de la Grecia Clásica, buscó de manera permanente que la gente desarrollara su vida en una relación de espacio-forma.
Ramírez Vázquez ha dejado una huella y una fisionomía a la Cuidad de México que le dan parte de su reconocimiento dentro del mismo país como en el extranjero. Identidad que ha marcado partes esenciales de la ciudad y que gracias a él, tenemos emblemas muy característicos y de gran popularidad.
Entre sus obras más importantes dentro de su carrera como para la ciudad, están el Estadio Azteca, la nueva Basílica de Guadalupe (con colaboración de otros arquitectos), así como el Museo Nacional de Antropología e Historia, espacios que han otorgado identidad, y son a su vez muestra de la cultura mexicana del presente y del pasado; de las creencias y religión, y también del deporte más popular del país.
Del mismo modo construyó los mercados populares de La Lagunilla, Tepito, Coyoacán y Azcapotzalco, que se han convertido hasta el día de hoy en lugares de tradición gastronómica como artesanal.
Pedro Ramírez Vázquez, fue en su juventud alumno del poeta Carlos Pellicer, quien “no mencionaba la arquitectura, no se refería a Pericles, ni a Fidias, ni a mármoles ni creaciones formales, sino al uso de espacios en convivencia”. Parte de su vida, de su desarrollo intelectual y personal, también convivió con Jaime Torres Bodet.
En aquella época Torres Bodet iniciaba su visión educativa y se lanzó a fundar el organismo que habría de proyectar y construir en todo el país “los espacios educativos que México requería”: el CAPFCE (Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas).
“Con clara visión nacional de la variedad de climas, recursos materiales y económicos, se designaron responsables a los grandes maestros de la Escuela Nacional de Arquitectura y a otros profesionales de la época, mientras que para las entidades del sur, para las que había menos presupuesto, se recurrió a los jóvenes. De esta manera me encargaron Tabasco y así iniciaron mis 20 años de oportunidades de trabajo con don Jaime Torres Bodet”.
Entre los logros y reconocimientos que recibió Pedro Ramírez Vázquez, destacan:
- Gran Premio de la Trienal de Milán 1960
- Premio Jean Tschumi de la Unión Internacional de Arquitectos 1969
- Su nombre fue inscrito en el Libro de Oro de Jerusalén 1969
- Premio Nacional de Ciencias y Artes 1973, en la rama de Bellas Artes
- Gran Medalla de Oro de la Academia de Arquitectura de Francia 1978
- Grado de Comendador de la Orden de las Artes y de las Letras conferido por el Ministerio de Cultura del Gobierno de Francia 1986
- Doctor Honoris Causa UNAM 1995
- Condecoración de la Orden Olímpica conferida por el COI 1995
- Medalla de Oro “Arquitecto de las Américas”, Brasilia, Brasil 1996
- Premio de Arquitectura Aga Khan por el Museo de las Civilizaciones, Nubia, Egipto 2001